Amor, fúmate un cigarrillo.
Y, ¿para qué demonios quieres tú que me lo fume?
Porque me gusta que huelas a vicio.
Amor, fúmate un cigarrillo.
Y, ¿para qué demonios quieres tú que me lo fume?
Porque me gusta que huelas a vicio.
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4 Responses
Una gema de la maldad. Está buenísimo todo el conjunto: el título, la foto, el texto—digno para ser epígrafe en alguna obra de Cioran, premio de la filosofía pesimista contemporánea.
Una escena efectiva y como siempre bien escrita. Un trabajo a la par de las creaciones de Augusto Monterroso.
Muchas gracias, Carlos! Wow! Me honras con la comparación!
Gracias por tu comentario, querido Carlos. Me honras con tal comparación!