Henos aquí
la humanidad entera
tan blanda
tan frágil
tan persistente en su mortalidad
Aquí y ahora
Es abril
2020
Tan imprevistos
tan llenos de nosotros mismos
tan especie dominante
Aquí y ahora con las manos limpias
con cubre bocas y desinfectantes por armamento
Indefensos
librar una batalla
Somos objeto de su deseo
posibilidad de subsistencia
Y él
el invisible COVID
Aquí y ahora
desde su microscópica escala
lanzar sobre nosotros
su letal dentellada
17 Responses
Así es, estamos completamente a su merced.
Dices bien, “Tan llenos de nosotros mismos”, al mismo tiempo tan vacíos de nosotros mismos.
Todavía no conocemos plenamente al enemigo, el miedo arremete como cuando creía que había un monstruo en mi cuarto, esta vez el monstruo es real.
Vicky querida, certeras palabras, verdades que nos hacen temer esas fauces con las que saldremos marcados .
Gracias, querida Marianela. Parece que los días de aislamiento me van calando y sí, estoy dispuesta a ser partícipe de esta historia y me encantaría tener la certeza de que el final aunque ya nunca podrá ser feliz, que el final de esta pesadilla, llega.
Me fascina la foto. El poema fáucico ¡ni qué decir! Ahora si que somos San Jorge saliendo al encuentro con un dragón titánico e invisible armados con agua y jabón.
Pero la foto…
Es perfecta.
Un cirquero camina sobre una cuerda floja apoyado en un paraguas. Pero, si lo miras con cuidado, la cuerda floja es mera ilusión. ¿No está pues en la cuerda floja? O peor, ¿camina en el aire? Y los carteles a sus pies, “(Uni)versal” y “zona ecobio…” ¡Y un semáforo! ¿En qué color estará? Y bueno, ya para sellar – más bien abrir – con broche de oro, grandes fauces caen verticales y amenazadoras en negro y azul celeste desde el firmamento. Un árbol hace lo posible por evitar salir en la foto, se da cuenta que su presencia en esta escena (casi) no es pertinente.
Todo sucede en el ámbito urbano.
Gracias, Daniel. Tu comentario a la foto es muy bienvenido. Y sí, mala bateando en una cuerda floja y abajo… la incertidumbre!
Un tiempo para reconocer el abrigo del hogar,
un tiempo para reconocernos
como familia,
un tiempo para reconocernos
como. seres humanos. ..
Existió un ANTES y vendrá un DESPUÉS
Muchas gracias, Norma por tu respuesta en forma de poema.
Sí, es el durante, el que nos trae en jaque.
Me pregunto; cuando caigamos, habrá red de contención? El vacío siempre me ha dado miedo
“aqui y ahora con las manos limpias”
esta frase me conecto mucho a mi existir
esta epoca que evoca en mi
muchas preguntas acerca de los momentos de nuestras rutinas diarias, ahora diferentes, y no menos buenos. Porque hay mucho de bueno, a pesar de la dentellada, de la mordida.
Si, ahora, con las manos limpias, despues de que ya me las lave mil veces y que me las sigo lavando, ahora ya con las manos limpias: que hare el resto de mi vida?
Gracias mi Vick. El dialogo como conexion, en esos dias de encierro, empoderan.
Gracias, querida Etty,
En efecto, todos estamos en el intento de aplanar, entre otras, la curva del laúd de preguntas, miedos y ansiedades del momento.
Y sí, con la manos muy limpias, lo único que podemos hacer activamente es mantenernos conectados.
Seamos felices en la certidumbre de la incertidumbre y viceversa Amén Gracias querida Vicky por tu poema
Gracias por tu comentario, querida Olga. El viceversa es lo que más me checa en estos días!
Escribí un comentario en otro lado quien sabe donde.
El poema corto y profundo.
Nos mantiene encerrados en casa este monstruo invisible que tiene una enorme mandíbula.
Aquí en casa tratando de sobrevivir , luchando para no perder la cordura.
Una pesadilla infantil del monstruo fuera de la casa hecha realidad.💚❤️🌹
Muchas gracias querida tocaya! Como dice José Gordon, este pequeño monstruo nos ha devuelto a casa.
Tiempos inciertos, reunidos a distancia.. y atrapados con los mas queridos…
Luchando en equipo, el equipo mas grande que jamas ha existido..
Muchas gracias por tu comentario, Moy!
Me encantó eso de: “el equipo más grande que jamás ha existido!
Gran escrito para estos tiempos, lo comparto.
Muchas gracias!